Conducir, una actividad que hace parte de nuestros hábitos facilitando el transporte de millones de personas a diario.
Te imaginas si un día de repente te dijeran: No puedes conducir, está prohibido para ti. Cómo llegarás a tu compromiso?
Ahhh! transporte publico!
Espera, pero imagina que no hay transporte público en la ciudad… entonces taxi?,
pero que pasaría si te dijera que hay poca oferta de taxis y ya no lo consigues para hoy mismo, debiste reservarlo días antes…
Frustración total!
Esto es exactamente lo que nos pasaba a Luisa y a mi, mujeres emprendedoras viviendo en Arabia Saudita, hace tan solo algunos meses antes de que pudiéramos conducir. Fuimos de las primeras mujeres extranjeras en obtener la licencia de conducción en Arabia!
Ésta es la historia:
Como sabrán, Arabia Saudita está invirtiendo en diferentes programas en el ámbito económico, financiero, social y de educación, con el propósito de diversificar su economía. Parte de estos cambios, es la activación de la fuerza laboral de sus mujeres, lo cual motivó a permitirles conducir. A partir de febrero de 2018, Arabia empezó a emitir licencias de conducción inicialmente a mujeres Saudíes y a mediados de Junio, a mujeres extranjeras.
Debido al trabajo con nuestro emprendimiento WAYAKIT, frecuentemente teníamos reuniones con empresas del sector HORECA (hoteles, restaurantes y catering) en Jeddah para mostrarles nuestro spray de lavandería a la mano y hacer entregas de promocionales. Jeddah es la segunda ciudad mas grande de Arabia (población de 3.4 millones) y nos queda a 1 hora de recorrido en carro desde KAUST, la universidad en donde vivimos. Tuvimos que aplazar muchos compromisos por no poder coordinar nuestro transporte, por no poder conducir. Claramente éramos las primeras haciendo la fila para obtener la licencia!
Obteniendo la licencia!
A decir verdad, varias mujeres extranjeras querían la licencia con el único propósito de tener semejante documento como registro “histórico” (comparto igualmente esta motivación, se imaginan estar contando la anécdota a los nietos?) ya que pocas se atreverán, hay que tener agallas para conducir en Saudí!. Dirán que esto les suena familiar, pero créanme cuando les digo que conducen peor que taxistas en Bogotá de madrugada y por esto, Saudí tiene las tasas más altas de muertes en carreteras en el mundo. Pese a esto y con precaución, si pienso hacer uso de mi licencia.
La Universidad facilitó todo el proceso con un servicio al cliente impecable. Envié a traducir al árabe mi licencia de conducción Colombiana, examen de tipo de sangre, pagar 400 Sar ($106 USD) por 10 años de vigencia, formato aquí, formato allá y el examen de conducción en Yanbu!.
Yanbu queda a 3 horas al norte de la Universidad, entonces el trámite tardó todo el día. La Universidad coordinó un bus con el primer grupo de 30 mujeres (mayoría extranjeras) saliendo a las 6:00 am. El ambiente en el bus era de total festejo!, nos tomamos fotos y hablábamos de las peculiaridades en la forma de conducir de nuestros países de origen. Era mi primera vez en Yanbu, es una pequeña ciudad conocida por su zona industrial, la refinería, cementeras y centrales eléctricas. A la entrada se ven algunos corrales rudimentarios con chivos y camellos con sus cuidadores. Ya en la ciudad se ven los típicos edificios saudíes de 4 o 5 pisos en tonos cálidos opacos que se confunden con el suelo arenoso, con sus ventanas cuadradas y diminutas para evitar que entre el sol inclemente.
Cuando nos bajamos del bus, los hombres en la calle se nos quedaban viendo … imagínense ver una tropa de 30 mujeres de abayas coloridas, con el cabello descubierto, abriéndose paso hacia el edificio de tránsito, Ja! creo que todas sentimos esa satisfacción. Una vez adentro (con aire acondicionado, por favor!) un solo funcionario de apariencia amigable y sonriente, sin hablar ni una gota de inglés, se tomaba su tiempo para recibir los papeles y tomar huellas digitales de cada una en una oficinita.
Después nos iban llamando en tandas de a 5 para hacer el examen práctico. Para esto nos daban un carro automático y debíamos llevarlo en una secuencia sencilla por una calle corta justo al lado del edificio. Mientras cada una pasaba a hacer el examen, un grupo de hombres se fue acumulando. Nos tomaban fotos y videos, que show. Es que claro, era total novedad ver mujeres particularmente en la oficina de transito. Esto implicaba que no podíamos usar el baño, no había baño de mujeres! (antes, para qué?)...usamos el del bus. Al final debíamos regresar a la oficinita y volver a dar nuestras huellas digitales para registrar la aprobación de la licencia. Aplaudimos cada licencia aprobada!
Todo el proceso nos llevó 4 horas al grupo. Ya eran las 1:15 pm cuando nos subimos al bus de regreso a la Universidad y no tenían planeado almuerzo o parada en carretera (menos mal había empacado algo de comer). La verdad es que era la primera vez que se hacía el proceso y no sabía cuanto se iba a demorar. Además la impresora de las licencias no dio a basto con tanto requerimiento de ese día y nos tocó regresar sin ellas… al día siguiente nos llegarían a la Universidad. Sentimos total emoción al tener la licencia en las manos! Era como… es real!
Desde ese entonces, ya han sido 8 meses conduciendo y usando mi licencia sin ningún inconveniente en las calles. Con Luisa siempre nos vamos acompañadas y algunos conductores se nos quedan viendo por la ventana extrañados. Otros sonríen y celebran. Personalmente me gusta conducir y la verdad, lo extrañaba. Esto nos ha facilitado enormemente nuestra logística y productividad con Wayakit!
Espero pronto ver mas mujeres saudíes detrás del volante!
WAYAKER Sandra Medina
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